¿Qué es una biopsia de próstata?
Una biopsia de próstata implica la extracción de pequeñas muestras de tejido prostático para examinar signos de cáncer. Se recomienda realizarla cuando el tacto rectal o los niveles de PSA (antígeno específico de la próstata) son sospechosos de cáncer.
Preparación para la biopsia de próstata
Para minimizar riesgos como hemorragia e infección, se requiere:
- Suspender antiagregantes plaquetarios y anticoagulantes.
- Aplicar un enema rectal la noche anterior o el mismo día del procedimiento.
- Tomar un antibiótico profiláctico.
Procedimiento
La biopsia transrectal de próstata se realiza de forma ambulatoria bajo anestesia local o sedación. Se introduce una sonda en el recto para localizar la próstata ecográficamente y se toman de 8 a 16 muestras de tejido. Los resultados están disponibles en 1 a 4 semanas.
Complicaciones
Las complicaciones más comunes son:
- Hemospermia (sangre en el semen).
- Hematuria (sangre en la orina) o rectorragia (sangre en las heces).
- La complicación más grave es la sepsis, una infección grave que requiere hospitalización y tratamiento intravenoso con antibióticos.
Interpretación de resultados
Aproximadamente dos tercios de los resultados indican hiperplasia benigna, mientras que un tercio indica cáncer, mayormente adenocarcinoma. La malignidad del cáncer se clasifica según el grado de Gleason:
- Grado 6 (3+3): Buen pronóstico con tratamientos radicales o vigilancia activa.
- Grado 7 (3+4 o 4+3): Riesgo intermedio, requiere tratamiento radical.
- Grado 8, 9 o 10: Alto riesgo y peor pronóstico, pudiendo requerir tratamiento hormonal o radical si el cáncer está localizado.
Repetición de la biopsia
Puede ser necesario repetir la biopsia en casos de:
- PSA elevado tras una biopsia negativa.
- Presencia de lesiones sospechosas no concluyentes en la primera biopsia.
- Vigilancia activa de un cáncer de bajo riesgo.
Conclusión
El cáncer de próstata es el más frecuente en hombres. La detección temprana a través de revisiones urológicas a partir de los 40-45 años, especialmente si hay antecedentes familiares, es crucial para un diagnóstico precoz y un tratamiento efectivo.